Hace solo unos pocos milenios, la Gran Diosa, Madre de toda la Vida, era meticulosamente borrada de todos los lugares dedicados a ella para reemplazarla con un representante masculino... y el patriarcado comenzaba su reinado, cortando cabezas en sentido literal y figurado.
Que es el Sagrado Femenino?
Enero 06, 2025
En el sistema de pensamiento contemporáneo esta energía ha rodeado nuestra vida, borrada la energía del femenino, el desequilibrio nos ha llevado a errar.
Ahora nos ha tocado hacer investigaciones exhaustivas para comprender que hubo tiempos de paz, tiempos de ayuda mutua, tiempos de cuidado y vida en armonía con la Naturaleza de la Tierra, con todos sus reinos y habitantes. Tiempos en que la energia femenina y la energia masculina se reconocían libres de sombra en luz, en unidad. Desde hace unos años, estamos haciendo este proceso de regreso hacia adentro para encontrar este femenino perdido que se ha vuelto misterioso e inquietante incluso para nosotras las mujeres, que nos habíamos alejado de este espacio templo que es la energia femenina conservada en los úteros. Desde alli recuperamos nuestra memoria ancestral, garante de nuestra soberanía.Este año, en primavera, Neptuno y Urano como representantes del femenino y el masculino sagrados, se encontrarán juntos en la casa de Aries, el carnero, lo que anuncia un gran renacimiento en su relación.
Los aspectos que conectan los planetas en 2025 están bajo el signo de la armonía, lo que sostiene nuestras acciones, nuestros compromisos, nuestras tomas de posición y una forma de relación entre la energía masculina y femenina más equilibrada, tanto dentro de nosotros, como fuera, en nuestras relaciones y en la sociedad. Ha llegado la hora en que, en nuestras oraciones, las mujeres y el femenino ya no tienen que esconderse o rebajarse para existir plenamente y ocupar el lugar que les corresponde, el de la Diosa Reina que gobierna junto al masculino de manera justa y atenta. Nuestra Madre, la Tierra quiere que recordemos su existencia, que la protejamos y respetemos, como la Madre que nos ha querido, criado y alimentado con tanta generosidad, abundancia y abnegación...
Es tiempo de inclinarnos humildemente ante La Gran Madre, para elevarnos a la sabiduría que nos inspira a reconocer al Ser vivo, sensible y soberano que ella es. La supervivencia de cada una de nosotras depende enteramente de su salud, integridad y amor. La calidad de nuestra vida en la Tierra depende de la calidad de nuestra relación con ella.Quien da respeto, bendiciones y ofrendas honestamente, recibe la magia del vínculo con su territorio, que puede entrar en resiliencia y cuidar, a su vez, a los hombres y mujeres que lo acogen, en una danza virtuosa. Nuestra Madre Tierra vive. Como un cuerpo poblado de territorios con funciones diversas y distintas, posee una alquimia orgánica entre los diferentes espacios que la componen. Así, las aguas que se elevan de los páramos, región del útero situada en el centro de Colombia, son sopladas desde el pulmón amazónico en dirección al corazón del mundo (Sierra Nevada de Santa Marta) y distribuidas al resto del planeta en soplos huracanados desde la garganta centroamericana hasta el cerebro de los Alpes europeos, para luego regresar al útero original. Nuestra Madre Tierra vive y vibra a través de un cuerpo sagrado femenino.
Sintiendo el llamado
Febrero 03, 2025
Hay una correlación evidente en el hecho de que los siglos pasados, que han visto el advenimiento del patriarcado llevado a su más alto grado de dominación, han sido también testigos de la negación del cuerpo de la mujer y del rechazo de su poder. Podemos hoy redefinir los contornos de nuestros lazos, replantear las cartas del buen vivir, poniendo nuevas bases de confianza y relación profunda con aquella que se ofrece para convertirnos en las hijas e hijos que somos. Seres dotados de inteligencia sensible, seres que saben escuchar, que eligen lo bello, lo bueno, en el coraje de colocar la Vida, la Naturaleza, al Agua, en cabeza del gobierno planetario.
Un compromiso valiente, ineludible.
Aquí en Colombia, para el pueblo Nativo Muisca (que está recuperando activamente su ancestralidad), la iniciación a la Sabiduría se hace a través de la enseñanza de Padre Fuego, luz que penetra en la oscuridad de la Madre, casa, cabaña con una arquitectura específica que recuerda la cueva, el origen. Esta Casa se llama Titua, y en el diseño original hay una para los hombres y una para las mujeres, como la pareja que garantizan juntos el equilibrio del territorio. Aquí en FoWe, la Titua de los hombres vela, esperando pacientemente su dualidad para cumplir plenamente su papel. El llamado ha sido escuchado y el proyecto, íntegramente ecológico, está en marcha.
Después de las ofrendas espirituales realizadas para honrar el territorio del que pedimos permiso para tomar todos los materiales necesarios, ya estamos nivelando el suelo, cortando la madera, moviendo las piedras. Este templo del femenino tiene como vocación acoger a las abuelas para que acompañen a las jóvenes y a las demas mujeres de la comunidad y del mundo entero.
La Titula les permite reconectarse con su esencia profunda, limpiarse de los recuerdos y heridas que las habitan. Las iniciaciones y enseñanzas serán transmitidas por las sabias (como en una tienda roja) durante 9 días, 9 meses, 9 años. Para volver a un espacio de conexión pura con la Madre Divina, aprender a escuchar los ciclos de la vida, los mensajes de la madre Naturaleza en los territorios y las necesidades de la planeta Tierra.
La construcción de esta Titua emerge en un contexto de alianza entre los pueblos y los continentes. Nos reconocemos mutuamente como hijos e hijas nacidos de una misma Madre y del Padre Sol, realizando juntos las profecías de Paz.
Combinando nuestras inspiraciones y saberes, la arquitectura de la Titua es una mezcla entre la construcción tradicional indígena y la geometría sagrada. Levantar la Titua de las mujeres es construir un Templo para la Madre Divina, para la Tierra. Y asi, honrar y celebrar su abundancia, equilibrio y generosidad. Levantar este templo para honrar a la creadora de toda vida, en el espacio de oscuridad y vacío original desde el que toda la Creación brota en forma de suspiro orgásmico primordial, es elevar un rezo, una voz, un canto que se oira a travez del agua, que es una y que es vida para todos los seres que componemos el cuerpo divino de esta hermosa Femina. Canta, canta, cantale. Cantale. Recuerdale…`
El femenino sagrado... Cuerpo de mujer / cuerpo de la Tierra
Hace solo unos pocos milenios, la Gran Diosa, Madre de toda la Vida, era meticulosamente borrada de todos los lugares dedicados a ella para reemplazarla con un representante masculino... y el patriarcado comenzaba su reinado, cortando cabezas en sentido literal y figurado.
En el sistema de pensamiento contemporáneo esta energía ha rodeado nuestra vida, borrada la energía del femenino, el desequilibrio nos ha llevado a errar. Ahora nos ha tocado hacer investigaciones exhaustivas para comprender que hubo tiempos de paz, tiempos de ayuda mutua, tiempos de cuidado y vida en armonía con la Naturaleza de la Tierra, con todos sus reinos y habitantes. Tiempos en que la energia femenina y la energia masculina se reconocían libres de sombra en luz, en unidad.
Desde hace unos años, estamos haciendo este proceso de regreso hacia adentro para encontrar este femenino perdido que se ha vuelto misterioso e inquietante incluso para nosotras las mujeres, que nos habíamos alejado de este espacio templo que es la energia femenina conservada en los úteros. Desde alli recuperamos nuestra memoria ancestral, garante de nuestra soberanía.Este año, en primavera, Neptuno y Saturno como representantes del femenino y el masculino sagrados, se encontrarán juntos en la casa de Aries, el carnero, lo que anuncia un gran renacimiento en su relación.
Los aspectos que conectan los planetas en 2025 están bajo el signo de la armonía, lo que sostiene nuestras acciones, nuestros compromisos, nuestras tomas de posición y una forma de relación entre la energía masculina y femenina más equilibrada, tanto dentro de nosotros, como fuera, en nuestras relaciones y en la sociedad.
Ha llegado la hora en que, en nuestras oraciones, las mujeres y el femenino ya no tienen que esconderse o rebajarse para existir plenamente y ocupar el lugar que les corresponde, el de la Diosa Reina que gobierna junto al masculino de manera justa y atenta. Nuestra Madre, la Tierra quiere que recordemos su existencia, que la protejamos y respetemos, como la Madre que nos ha querido, criado y alimentado con tanta generosidad, abundancia y abnegación...
Es tiempo de inclinarnos humildemente ante La Gran Madre, para elevarnos a la sabiduría que nos inspira a reconocer al Ser vivo, sensible y soberano que ella es. La supervivencia de cada una de nosotras depende enteramente de su salud, integridad y amor. La calidad de nuestra vida en la Tierra depende de la calidad de nuestra relación con ella. Quien da respeto, bendiciones y ofrendas honestamente, recibe la magia del vínculo con su territorio, que puede entrar en resiliencia y cuidar, a su vez, a los hombres y mujeres que lo acogen, en una danza virtuosa. Nuestra Madre Tierra vive. Como un cuerpo poblado de territorios con funciones diversas y distintas, posee una alquimia orgánica entre los diferentes espacios que la componen.
Así, las aguas que se elevan de los páramos, región del útero situada en el centro de Colombia, son sopladas desde el pulmón amazónico en dirección al corazón del mundo (Sierra Nevada de Santa Marta) y distribuidas al resto del planeta en soplos huracanados desde la garganta centroamericana hasta el cerebro de los Alpes europeos, para luego regresar al útero original. Nuestra Madre Tierra vive y vibra a través de un cuerpo sagrado femenino.
Hay una correlación evidente en el hecho de que los siglos pasados, que han visto el advenimiento del patriarcado llevado a su más alto grado de dominación, han sido también testigos de la negación del cuerpo de la mujer y del rechazo de su poder. Podemos hoy redefinir los contornos de nuestros lazos, replantear las cartas del buen vivir, poniendo nuevas bases de confianza y relación profunda con aquella que se ofrece para convertirnos en las hijas e hijos que somos. Seres dotados de inteligencia sensible, seres que saben escuchar, que eligen lo bello, lo bueno, en el coraje de colocar la Vida, la Naturaleza, al Agua, en cabeza del gobierno planetario. Un compromiso valiente, ineludible.
Explorando tu verdad
Febrero 05, 2025
Aquí en Colombia, para el pueblo Nativo Muisca (que está recuperando activamente su ancestralidad), la iniciación a la Sabiduría se hace a través de la enseñanza de Padre Fuego, luz que penetra en la oscuridad de la Madre, casa, cabaña con una arquitectura específica que recuerda la cueva, el origen. Esta Casa se llama Titua, y en el diseño original hay una para los hombres y una para las mujeres, como la pareja que garantizan juntos el equilibrio del territorio.
Tanto en la Sierra Nevada de Santa Marta, como en FoWe (cerca de Bogota D. C.). El llamado ha sido escuchado y el proyecto, íntegramente ecológico, está en marcha. Después de las ofrendas espirituales realizadas para honrar el territorio del que pedimos permiso para tomar todos los materiales necesarios, ya estamos nivelando el suelo, cortando la madera, moviendo las piedras.
Este templo del femenino tiene como vocación acoger a las abuelas para que acompañen a las jóvenes y a las demás mujeres de la comunidad y del mundo entero. La Titua les permite reconectarse con su esencia profunda, limpiarse de los recuerdos y heridas que las habitan. Las iniciaciones y enseñanzas serán transmitidas por las sabias (como en una tienda roja) durante 9 días, 9 meses, 9 años. Para volver a un espacio de conexión pura con la Madre Divina, aprender a escuchar los ciclos de la vida, los mensajes de la madre Naturaleza en los territorios y las necesidades de la planeta Tierra.
La construcción de esta Titua emerge en un contexto de alianza entre los pueblos y los continentes. Nos reconocemos mutuamente como hijos e hijas nacidos de una misma Madre y del Padre Sol, realizando juntos las profecías de Paz. Combinando nuestras inspiraciones y saberes, la arquitectura de la Titua es una mezcla entre la construcción tradicional indígena y la geometría sagrada. Levantar la Titua de las mujeres es construir un Templo para la Madre Divina, para la Tierra, un espacio de iniciación y conexión de la mujer con su poder femenino. Y así, honrar y celebrar su abundancia, equilibrio y generosidad. Levantar este templo para honrar a la creadora de toda vida, en el espacio de oscuridad y vacío original desde el que toda la Creación brota en forma de suspiro orgásmico primordial, es elevar un rezo, una voz, un canto que se oirá a través del agua, que es una y que es vida para todos los seres que componemos el cuerpo divino de esta hermosa Femina. Canta, canta, cántale. Cántale. Recuérdale…
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